Memoria de Informe 2016
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¿Qué son?
Las Reservas de la Biosfera son zonas de características singulares compuestas por ecosistemas terrestres, marinos, costeros o combinados en las que se fomentan soluciones para conciliar la conservación de la biodiversidad con su uso sostenible por parte del ser humano. Estas áreas, con reconocimiento internacional dentro del Programa MAB de la UNESCO constituyen "sitios de apoyo a la ciencia al servicio de la sostenibilidad".
¿Dónde están?
Las 651 Reservas Mundiales de la Biosfera están repartidas por 120 países y la suma de todas sus superficies abarca más de 700.000.000 hectáreas (datos junio de 2015).
67 Reservas de la Biosfera en 28 países de África
136 Reservas de la Biosfera en 24 países de Asia y el Pacífico
29 Reservas de la Biosfera en 11 países de los Estados Árabes
297 Reservas de la Biosfera en 36 países de Europa y América del Norte
122 Reservas de la Biosfera en 21 países de América Latina y el Caribe
¿Para qué sirven?
Las Reservas de la Biosfera tienen como objetivo principal promover e impulsar la integración armónica entre humanos y naturaleza para conseguir un desarrollo sostenible en cada una de ellas. Estas zonas, especialmente designadas con objeto de probar enfoques interdisciplinares, desarrollan sus tareas por medio del diálogo participativo, la investigación, el intercambio de conocimiento, la reducción de la pobreza, la mejora del bienestar, el respeto a los valores culturales y la capacidad de adaptación de la sociedad a los cambios del entorno y el mundo.
¿Cómo funcionan?
Funciones
Las funciones que deben cumplir las Reservas de la Biosfera se sintetizan en tres: conservación, desarrollo y logística. La primera trata de conservar y mejorar los valores naturales que la justifican; la segunda se basa en lograr el desarrollo socioeconómico de las poblaciones locales asentadas en el territorio, y la función logística pretende potenciar la investigación, la educación y el intercambio de experiencias en la relación entre el humano y su medio.
Sistema de trabajo
Partiendo de la premisa de que el único camino para obtener resultados sostenibles a largo plazo es trabajar de forma colaborativa y en el marco de una amplia alianza, la Red Mundial de Reservas de la Biosfera lo hace en cooperación con organismos oficiales internacionales, gobiernos, administraciones locales, universidades, ONGs y empresas privadas y cuenta además con el apoyo de varias redes internacionales, nacionales, regionales, municipales y/o temáticas.
Además de ese marco general descrito, cada una de las Reservas de la Biosfera cuenta con un plan de actuación que, para períodos concretos, completa las labores a desarrollar. Dicho plan tiene que ser aprobado por todos los miembros de los Consejos que la integran y representan.
Estructura territorial
Cada una de las Reservas de la Biosfera consta de tres zonas interrelacionadas que cumplen funciones conexas, complementarias y que se refuerzan mutuamente:
- La zona núcleo, aquella donde se concentran los más destacables valores naturales, siendo la función de conservación la que en ella predomina.
- La zona de amortiguación, que rodea el núcleo, o linda con él, y donde se realizan actividades compatibles con prácticas ecológicas acertadas que pueden contribuir a la investigación, el seguimiento, la capacitación y la educación científica.
- La zona de transición, donde se promueven un mayor número de actividades para facilitar un desarrollo económico y humano sostenible desde los puntos de vista social, cultural y ecológico.
¿De quién dependen?
La inclusión de una zona en la Red Mundial de Reservas de la Biosfera tiene lugar mediante decisión del Consejo Internacional de Coordinación del MAB (programa Hombre y Biosfera de la UNESCO) y en base a las candidaturas y propuestas que presentan los gobiernos mientras que la jurisdicción soberana sobre la zona declarada Reserva de la Biosfera la tiene íntegramente el país al que pertenece.
La estructura intergubernamental de la UNESCO mediante el MAB proporciona un marco a los gobiernos de los países en la planificación y ejecución de programas de investigación y formación prestándoles asistencia técnica y asesoramiento científico.
Los países participantes crean Comités Nacionales del MAB que garantizan la mayor participación posible de los países en el programa internacional definiendo y ejecutando sus actividades y el Consejo Internacional de Coordinación, principal órgano rector del MAB, que establece la agenda del Programa.
Paralelamente, y para conseguir sinergias efectivas compartiendo conocimientos y experiencias de trabajo, se constituyen redes en las que las Reservas de la Biosfera se agrupan bajo criterios geográficos (redes regionales y subregional) y por ecosistemas y/o características comunes.
La Reserva de la Biosfera de Gran Canaria y el resto de Redes.